'Mayo', cuando el arte es sanador

Por. Nadia Patricia Suárez V.

Hace unos días finalizó en Bogotá la temporada de Mayo, el pasado terminó. Obra de teatro protagonizada por María Fernanda Martínez, con una trama emotiva, basada en hechos reales que busca la sanación del pasado como proceso de liberación.

"La obra habla -justamente- de la importancia de esas experiencias que han causado un tipo de dolor, que nos han dejado una 'costrica' en el alma", comentó Martínez, en un diálogo informal con Metrópoli Online. Mayo fue un proceso personal de reconocimiento, aceptación y sanación, que se complementó con otras historias y experiencias de mujeres que llevaron a María Fernanda a reconocer que tenemos historias muy parecidas, y todas somos una y uno.

Entonces, "cuando un artista dice algo que conecta con otra persona, si el espectador conecta y comparte la historia. Ahí se hace una comunicación muy profunda y una sanación que va de parte y parte". Es precisamente esa comunicación y sanación, el éxito de Mayo, que lleva a reflexionar sobre el pasado, la importancia de volver la mirada atrás con el fin de liberar.

En medio del diálogo, María Fernanda enfatiza sobre la importancia de "pisar esa sombra pero para soltarla, para liberarla. En el momento en que se libera, regresa la calma, la quietud, la paz, y la vida se llena de bienestar, se llena de abundancia", y subraya que "por eso es importante ver el pasado pero para sanarlo y soltarlo".

'Al toro por los cuernos'

Seguramente es más práctico dejar el pasado como está, si ya dolió, ¿Por qué volver allá?, ¿Por qué recordar?, en palabras muy coloquiales y entre risas, María Fernanda afirma que 'El toro hay que cogerlo por los cuernos'. Hay que empezar por la vida de uno, porque esas cosas siempre siguen haciendo bulla durante la vida, siguen haciendo ruido. Y uno las deja ahí pendientes, tiene una relación, termina y siguen las cosas haciendo ruido. Luego, tiene hijos, siguen las cosas haciendo ruido. Uno es profesional, sigue todo eso haciendo ruido, y de pronto un día, uno se da cuenta que uno ha hecho de todo y no ha sido feliz. Entonces, es necesario sanar esas cosas para poder evolucionar en la vida, puntualiza la actriz caleña. 

Y como se inicia por la vida propia, María Fernanda narró una de sus historias personales. Aquella, donde empezó a escribir, siendo muy pequeña se permitió escribir letras de canciones, siempre con especial gusto y afinidad por la escritura, pero la fue dejando pendiente. Se ríe contando la experiencia y comenta "lo que estamos hablando, es que yo  hablo de las cosas que me han pasado". Y enfatiza en "yo soy la primera que he tenido que sanar y superar".

Con el paso del tiempo, María Fernanda había puesto 'puntos suspensivos' a su gusto por la escritura, la iba dejando en pendiente. Hasta que un día, tomó la decisión y se dijo "voy a escribir". Fue entonces, cuando todo empezó a fluir. Aquí, coincidió con Carlos del Castillo, el director de la obra y él le dijo "hagamos de esto una obra de teatro (yo te dirijo) y una película". María Fernanda recuerda el momento,  y con ese tono emotivo narra: ahí sentí que se abrió y se soltaron esos leones. Él me asesoró mucho, puso mucho fuego. Empecé y terminé la obra y ahora cuando veo ahí "dramaturgia María Fernanda Martínez", digo ¡Ay Dios mío!, ¡Me atreví a hacerlo, Dios mío!, ¡Qué chévere! Entonces, ya iniciaron funciones, la película está lista también y a la espera de los permisos necesarios para iniciar el rodaje. Además, añade María Fernanda, que ahora tiene muchos escritos en la casa. Ha escrito muchas canciones y reconoce que "este es un momento en mi vida de conectarme con la escritora que llevo por dentro".

¡Buena vibra!

Para finalizar nuestro encuentro, María Fernanda resaltó la importancia de 'Tener Buena Vibra', llevar a la práctica ese término tan común y explicó lo que para ella significa. "Es que estamos llenos de átomos, de moléculas,  de células, de neuronas, y esas neuronas se mueven. Producen energía, y cuando se quedan quietas, cuando se apagan, es como cuando una persona se pone triste". Entonces, continúa María Fernanda, ¿Cómo se puede estimular para que esas células se muevan y comiencen a producir energía?

María Fernanda, responde con un par de consejos muy sencillos. "Hay muchas maneras y además, súper económicas: respirar bien, comer bien, hacer un poco de ejercicio y amar el cuerpo". Aquí, se detiene en esa última parte, 'amar el cuerpo', y explica "porque el cuerpo lo utilizamos como algo que nos transporta de un día a otro, pero a uno nunca se le ocurre ¡Ay!, voy a acariciarme esta rodillita que me está doliendo. O, ¡Qué linda soy!, o, te miras al espejo y dices ¡Te acepto!, esta 'arrugita' que tengo aquí, ¡La acepto! Si me salió un gordito, ¡Lo acepto y lo amo! Entonces, todo empieza por la auto-aceptación. Antes de aceptar al otro, aceptarse a uno mismo. Aprender a quererse, pero todo es un proceso porque uno ha sido educado de una manera muy contraria a ir a dentro, nos han educado para ir afuera, para ser igual al otro, para competir con el otro, miles de cosas que para si los otros y, ¿Para uno qué? Entonces, volver adentro, porque como es adentro es afuera, y conectarse con el corazón y seguir al corazón.

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