Por. Martha Isabel Gómez Guacaneme.
Nombres de colores en los cabezotes de periódicos colombianos han sido una constante a lo largo de la historia. Tonalidades, nombre e intención, más que un efecto estético tiene una fin comunicativo.
Desde 1826 y hasta la actualidad, los nombres de quince colores han hecho parte de los títulos de más de un centenar de publicaciones periódicas colombianas con diferente temporalidad y diversas temáticas, que fueron apareciendo en el siguiente orden: negro, gris, rojo, blanco, azul, oro, dorado, grana, salmón, fucsia, rosa, púrpura, verde, ámbar y amarillo; si bien, recurrieron a otros términos más generales como tricolor, iris, policromía, multicolor o color.
El rojo por ejemplo, el color más utilizado, tuvo su máxima visibilidad durante el gobierno de Carlos E. Restrepo (1910-1914), un periodo gubernamental avalado tras la fundación de la Unión Republicana, donde conservadores y liberales se conjuntaron para manifestar su oposición al gobierno conservador de Rafael Reyes; así en la prensa surgieron nuevos sustantivos que acompañaron al color rojo en los títulos para aludir a insignias como Divisa Roja (1912), y Bandera Roja (1919); a la palabra, que implica una acción en Verbo Rojo (1910); y a instrumentos propios de la escritura como Pluma Roja (1910) y Tinta Roja (1913).

Las tonalidades rojizas como el fucsia, el rosa y el púrpura divulgaron contenidos de la farándula, la moda y otros intereses semejantes; mientras que los amarillentos como el dorado, el amarillo y el ámbar se relacionaron con el turismo, la salud y belleza, o surgieron del gremio de taxistas. Colores como el salmón, tuvieron orígenes identitarios, ya que desde 1893 fue el color tradicional de las noticias económicas difundidas por el Financial Times, que lo implementó por el tema de costos y para atraer más lectores; este tono llegó a dos suplementos colombianos, uno cultural quincenal, de La Patria de Manizales, titulado Papel Salmón (1992-); y el otro, El Salmón, de temas financieros, que circuló con El Espectador en 2013.
El verde, que se originó con el movimiento hippie de los años sesenta del siglo XX, conocido como “la ola verde”, y que los ecologistas adoptaron como parte de su estilo de vida; no tardó en llegar a la prensa, y se evidenció en títulos como Cuentos Verdes(2009), periódico de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca que promovía el desarrollo integral del departamento; y Tiempos Verdes (2011), una publicación política manizaleña del Partido Verde; por mencionar algunos.
Y es que un color, no sólo es un color, es también un concepto que tiene implícitos diversos significados, que permite acercarse a los intereses iniciales de los responsables o dueños de las publicaciones, y aunque con los movimientos históricos se vayan desdibujando, los títulos siempre conservaran esos vestigios ideológicos que la sociedad requirió en determinados momentos políticos, culturales o sociales.