En mayo, el mundo se une a la Lucha contra el Cáncer de Ovario, enfermedad ginecológica que representa uno de los mayores desafíos médicos debido a su detección tardía y alto índice de mortalidad.
El doctor Edwin Hoyos Usta, líder en Ginecología Oncológica en el Instituto de Cancerología de Sucre, destaca la importancia crucial de la detección temprana para abordar esta patología, que se caracteriza por su progresión silenciosa.
"A menudo, el cáncer de ovario pasa desapercibido hasta etapas avanzadas, cuando su tratamiento se complica y sus síntomas, como inflamación abdominal o fatiga, son atribuidos a otros padecimientos comunes. Es por ello que la consulta ginecológica anual, complementada con pruebas como la ecografía transvaginal, se vuelve fundamental para identificar posibles signos de alarma en sus primeras etapas", expresó el Dr Hoyos.
Además, señaló que la menarquia temprana y la nuliparidad se consideran factores de riesgo, pero no son determinantes. La menopausia coincide con el grupo etario en el que se presenta con mayor frecuencia el cáncer de ovario, también pueden existir otros factores de riesgo más determinantes como exposición a sustancias químicas en el medio ambiente o alimentación, pero aún no identificadas.
A pesar de la falta de estrategias preventivas definitivas, la cirugía profiláctica y los programas de detección temprana, como los implementados por Coosalud, ofrecen esperanza. Estos programas se enfocan en educar a la población sobre hábitos saludables, facilitar el acceso a pruebas de tamización y brindar atención integral a los pacientes, desde el diagnóstico hasta la recuperación, incluyendo cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida.
Expertos de la Clínica Mayo destacan factores de riesgo como la edad avanzada, antecedentes familiares y la endometriosis. En este contexto, la sensibilización y el acceso a servicios de salud especializados son fundamentales para enfrentar este desafío global y brindar esperanza a quienes luchan contra esta enfermedad.
